- Luchar contra la pobreza infantil, promover la salud y la educación de calidad, garantizar los derechos laborales y el resto de los derechos económicos y sociales, resultan tareas imposibles sin un sistema completo e integral de protección social. Parece obvio que la pobreza y el desempleo tienen consecuencias negativas sobre la salud física y mental de las personas, así como sobre el bienestar de los niños y niñas. Dicho de otro modo, todos los derechos económicos y sociales están vinculados entre sí.
- Resulta igualmente obvio que la promoción de la atención en salud y la protección social no tienen sentido si no se garantizan otros derechos, en particular los derechos ambientales: El derecho al agua, el derecho a la tierra para los campesinos, a comida sin sustancias tóxicas, etc.
- Estos derechos, en su conjunto, deben permitir pensar en un cambio sistémico, puesto que la comida sana o un medio ambiente que no dañe la salud son imposibles bajo el sistema económico dominante.
- Recientemente se han propuesto numerosas iniciativas a nivel global, como la recomendación de pisos de protección social de la OIT, o los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Si bien estas iniciativas son limitadas en alcance, significarían un avance importante para la población si pudiesen realmente realizarse. Por tanto, merecen ser plenamente apoyadas.
- Sin embargo, es importante saber que, a nivel global, los grandes principios de la protección social y de la lucha contra la pobreza y la desigualdad se definen por las instituciones financieras, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Un análisis de sus proyecciones muestra que intentan colocar un nuevo paradigma social. Este paradigma es diferente al del pasado en tanto que la protección social se encuentra ahora completamente al servicio de la economía y del mercado. Continúa basándose en la desregulación de los mercados laborales y la privatización de los servicios públicos. En cuanto al universalismo, se acepta formalmente pero aún no se adopta en la práctica. El Banco Mundial continúa promoviendo un enfoque de políticas focalizadas para “combatir la pobreza.”
- Es por ello que es importante ir más allá de la defensa de las iniciativas existentes y proponer nuevas alternativas progresistas que tomen en consideración las nuevas necesidades del siglo XXI (como las surgidas por la precarización, la robotización, etc.), así como el cambio climático.
- Tomar en cuenta la necesidad de transversalidad – los vínculos entre los derechos económicos y sociales, los derechos ambientales, la necesidad de emancipación, etc. – nos lleva a re-conceptualizar la protección social en términos de los comunes. Estos “comunes sociales” implican en primer lugar una democratización de la protección social a fin de definir los derechos según las necesidades de las personas. En segundo lugar, implican la necesidad de que los movimientos sociales, junto con el Estado, se involucren en la implementación de las políticas sociales, así como tomar en cuenta a otros sectores, como la economía o el medio ambiente, en la definición de los derechos.
- Con todo lo anterior en mente, hemos redactado una Carta Global por los Derechos de Protección Social Universal. Ésta va más allá de las iniciativas antes mencionadas y debe contribuir a la transformación social en la búsqueda de una justicia social en el sentido más amplio posible.
- El objetivo de esta Carta, según su propia redacción, es: “promover una filosofía diferente de la protección social, que vaya más allá de los derechos tradicionales, que abarque las necesidades ambientales y reduzca la inaceptable brecha entre la producción y la reproducción. Para nosotras y nosotros, la protección social es parte de los comunes, pues emerge de las acciones democráticas y participativas de los ciudadanos con sus reivindicaciones ante las autoridades públicas. La protección social no es un mecanismo correctivo del sistema económico, sino que debe ser transformadora, es decir, contribuir a un mejor sistema de producción y a la sostenibilidad de la vida. Vemos a la protección social como un esfuerzo colectivo y democrático por conseguir una vida digna para todos. Éste no es un texto de demandas, sino un texto de principios.”
- Es en este contexto que, con humildad, pedimos su apoyo para esta iniciativa que, hasta el momento, continúa siendo un borrador, y que esperamos adoptar formalmente en el Foro de los Pueblos de Asia y Europa, a finales de 2018.
Habiendo leído el borrador de la Carta Global por los Derechos de Protección Social Universal, deseo apoyar esta iniciativa. Este apoyo no concierne a todos los distintos puntos detallados de los veinte principios – que deben ser adoptados en el contexto nacional o local dependiendo de las necesidades de las personas – sino al proceso de trabajar por los comunes sociales de forma democrática y participativa, con el objetivo de contribuir a la justicia social, a la transformación social y a la sostenibilidad de la vida.
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